Autor del artículo: Abigail Calderón
Fecha de publicación: 12 de noviembre de 2024
Palabras clave: COP29, Azerbaiyán, derechos humanos, greenwashing, justicia climática
Abigail Calderón examina las fuertes críticas que ha suscitado la elección de Azerbaiyán como anfitrión de la COP29, considerando el historial de violaciones a los derechos humanos y represión autoritaria de este país. La elección resulta controversial, pues es paradójico que un país donde se oprimen libertades y se impulsa la explotación de combustibles fósiles presida un evento sobre justicia climática. La activista Greta Thunberg es una de las voces más notables en contra, señalando que la conferencia, destinada a combatir el cambio climático, parece cada vez más una plataforma de “greenwashing” donde se ocultan fallas de los países en derechos humanos.
El artículo se organiza en varias secciones bien diferenciadas: primero, el contexto y antecedentes sobre la situación política de Azerbaiyán; luego, una descripción del conflicto que surge al elegir a este país como líder de la COP29; y finalmente, una reflexión sobre cómo esta elección refleja una desconexión entre el discurso de sostenibilidad y la acción real en el escenario internacional.
La reseña resalta la dependencia económica de Azerbaiyán en la exportación de petróleo y gas, lo cual contradice abiertamente el objetivo de reducir emisiones de carbono que promueve la COP29. Además, Human Rights Watch advierte que incluso los participantes internacionales en la COP29 podrían enfrentar restricciones a su libertad de expresión en el evento. Calderón expone cómo este caso refleja una tendencia, ya que naciones con historiales cuestionables, como los Emiratos Árabes y Egipto, también han sido anfitriones de cumbres climáticas, utilizando el evento para mejorar su imagen sin cambiar sus políticas represivas.
Conclusiones
El artículo concluye que la decisión de elegir a Azerbaiyán como sede de la COP29 es una falla en la legitimidad del evento, ya que permite que un país con un régimen autoritario se convierta en líder de una causa que debería implicar no solo sostenibilidad ambiental, sino justicia social. Calderón cuestiona si la COP seguirá permitiendo este tipo de "lavado de imagen" o si se pondrán límites para mantener su credibilidad.
Apreciaciones personales
Este artículo toca un tema relevante que resuena no solo en el ámbito internacional, sino también en contextos locales como en Colombia. Es indispensable reflexionar sobre la coherencia entre las políticas ambientales y el respeto por los derechos humanos. En Tolima, donde los movimientos ambientales y comunitarios enfrentan a veces presiones similares, la COP29 ejemplifica cómo las grandes cumbres pueden terminar siendo espacios que no siempre representan a la población afectada. Un caso similar en Colombia fue la Conferencia Latinoamericana de Energía y Clima, donde algunos participantes locales y activistas también denunciaron un enfoque insuficiente en derechos humanos.
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